La Cuaresma un Camino Transformador en la Conciencia de Dios

Se acerca un tiempo bastante relevante para la cristiandad en general. Precisamente comienza con un signo visible y tangible como es la ceniza que se aplica en ese miércoles de cada año. ¿Que significa la ceniza en la cuaresma? ¿Que nos dice este signo en nuestra vida espiritual? Estos son dos cuestionamientos que nos deben llevar a la trascendencia de lo que realmente significa la cuaresma. La cuaresma debe ir más allá de un tiempo liturgico pasando a ser un estado de conciencia espiritual.

La ceniza en cuaresma, tiene un vínculo muy especial porque ella nos recuerda nuestro carácter ascetico rasgo distintivo de lo que es el cristianismo en su más profunda experiencia teológica, porque nos lleva a ser concientes que estamos en una constante “renuncia” en una prolongada “purificación” si bien el agua bautismal tiene está misma función de purificar, la ceniza también cumple este efecto, porque nos recuerda nuestra naturaleza falible. Porque justamente la ceniza significa lo falible y lo efímero, cómo la sagrada escritura lo mencionaría más precisamente: “Vanidad de vanidades todo es vanidad” (Ecl.).

Por eso la cuaresma nos aclara realmente el sentido de la existencia y cuál es la atención que nos merece la vida integral.

No se trata de huir del “mundo” sino estar en el mundo como levadura que da forma y consistencia a lo que hoy llamamos Sociedad que por naturaleza experimenta corrupción. 

Es ahí donde no podemos pensar o sentir que la cuaresma es solo un tiempo liturgico, es una mentalidad que nos lleva a una liberación de conciencia espiritual donde nos sumerge en la esencia de las cosas y no solamente en su apariencia.

Es ahí que la ceniza nos recuerda que estamos de paso por el mundo, y así como el viento sopla y dispersa la ceniza asi también seremos dispersados, por el viento de la eternidad, dispersando por doquier nuestra esencia pasando así lo que hoy llamaríamos un legado.

La cuaresma es un estado de vivir con lo necesario y es el purificar nuestro corazón precisamente la cuaresma es la oportunidad de retomar la vida ligero de equipaje.

Si creemos en la vida eterna, la cuaresma es el medio que nos lleva a prepararnos y forjarnos en el vivir conforme al corazón de Dios, es ahí como lo dice la sagrada escritura en las cartas Paulinas: “anhelen los bienes de arriba” precisamente la cuaresma es el estado de conciencia espiritual formidable para discernir la voluntad de Dios y su inmanencia en nuestra existencia, cada vez que vives con simpleza aprendes a vivir, cuando te apresuras por solo poseer y acaparar es la muestra de una vil sobrevivencia.

Hoy no permitamos que la cuaresma solo sea un tiempo, sino una característica constante en nuestro caminar por el mundo porque ella nos llevará a experimentar la comprensión de Dios por nuestra existencia. 

La conciencia en Dios nos lleva a reconocer el propósito de la creación y más aún el gesto de la redención del mundo.

Más que la penitencia o el ayuno es aprender a existir con lo esencial, es hacer de la oración el alimento y la comunión con el Dios de la vida y la esperanza misma.

Es ahí donde realmente podemos hablar e iniciar el camino cuaresmal, que nos ha de llevar a la pascua de encuentro con el Dios vivo y verdadero.

El mundo de hoy se olvida de la vida misma y se olvida de existir con sentido, simplemente vinimos de apariencias y de solo banalidades que nos llevan a un vacío.

Tener hoy la certeza de lo que implica la cuaresma transformaría lo que hoy es la humanidad. Comprenderíamos el sentido de la Justicia y de la Paz porque tendríamos presente las palabras de Jesús al decirnos: “traten a los demás cómo quieren que los traten”. Son valores que intrínsecamente se dan porque los cambios y las mejoras nacen de la experiencia individual y así estás llega a las demás personas como testimonio feaciente de una trasformación.

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