Seres De Barro y Miedo: Una Perspectiva De La Realidad Latino Americana

Cuando abordamos la temática de la realidad latinoamericana se nos viene a la mente un pensamiento: la miseria.

Pero la miseria en nuestras sociedades de Latinoamérica tiene varios matices porque no podemos reducir a un solo punto todo lo que Latinoamérica posee y siente y vive. Cuando me refiero a: “seres de barro y miedo” estoy presentando a una sociedad que se ha fundamentado desde la falibilidad y el abuso.

Si bien, nos damos cuenta de que la corrupción siempre ha existido desde el comienzo mismo de la humanidad, pero hay sociedades más evidentes que otras en este aspecto, ¿y justamente que tenemos que decir nosotros como personas de fe? ¿Cuáles son nuestros desafíos como Iglesia y como seguidores de Jesús de Nazareth?

Tenemos presente que Jesús nos envía como ovejas en medio de lobos, y esos lobos son las injusticias, las segregaciones raciales, ideológicas y religiosas convirtiendo a esta sociedad latinoamericana en una sociedad de barro y miedo, donde las diferentes carencias, desde lo material también se refleja en lo espiritual y humano.

Por eso, mas que decir como personas de fe, debemos marcar una diferencia entre el silencio cómplice que devora la dignidad humana o la voz profética del desierto que denuncia aquello que oprime a los hijos de Dios y me refiero del Dios vivo y verdadero que se ha humanizado para comprender nuestra limitante.

El desafío de un seguidor de Jesús este marcado por el sentido de la compasión, donde encarnamos como nuestra la problemática en la cual vivimos en Latinoamérica. Otro quizá de los desafíos que nos encontramos también es la urgente humanización de Dios, es Dios mismo quien levanta a quien ha caído, es Dios mismo quien escucha el clamor de sus hijos.

Justamente Dios nos crea del barro… pero no nos deja en el barro antes bien, nos da una consistencia mas fuerte que el barro como lo es el amor. En otras palabras, nos dio dignidad, pero llegamos al punto tal de caída que la perdimos y regresamos nuevamente a la consistencia del barro que se diluye en cualquier elemento dejándonos sin forma ni equilibrio. Por eso Latinoamérica es una sociedad de barro y miedo… porque justamente al regresar al barro amorfo, recibimos a cambio de esperanza, miedo e incertidumbre llevándonos a olvidar de quien somos y a que hemos venido a este mundo.

Por eso el seguidor de Jesús debe ser fuego y debe ser luz… un fuego que calienta y da abrigo a quien padece frio y soledad… luz para quien anda en la tiniebla de la incertidumbre y la desesperanza. Por eso nuestras sociedades latinoamericanas necesitan ser escuchadas y acompañadas en sus diferentes procesos evolutivos y ante todo dignificadores, es ahí donde bien sabemos nuestra naturaleza de fe, una fe renovadora pero también una fe profética y una fe humana porque Dios se hizo humano para comprender y así mismo enseñarnos a reparar nuestros errores. Por eso hoy en día debemos actuar con un carácter firme, pero con un corazón grande que nos lleva a pensar como Dios, sin creernos Dios, al contrario, la persona de fe lleva la esperanza que hoy somos mas que barro y miedo, somos amor, esperanza y fe… que transformaran nuestras sociedades desde sus cimientos, una nueva humanidad que no negociara sus valores, y no volverá a perder su dignidad porque justamente como escribí en líneas anteriores Dios ha escuchado el clamor de sus hijos y no permitirá que perezcan a los ojos de quienes cometen injusticias y ante el silencio de quienes dicen creer en Dios, antes bien por la fe se libera y por la dignidad se actúa en amor, justicia y verdad… mientras falte, fe, amor, justicia y verdad seguiremos siendo de barro y miedo.

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